El Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) inició su periodo como director general del SEMS para el ciclo 2019-2022 con el maestro César Antonio Barba Delgadillo al frente, quien tomó posesión al cargo en el auditorio del edificio Valentín Gómez Farías, acto al cual asistieron autoridades universitarias y de los gobiernos locales y estatales; en su discurso de arranque marcó énfasis en las nuevas directrices a las cuales debe enfocarse la educación de bachillerato basadas en los logros obtenidos en las anteriores administraciones.
Subrayó el crecimiento que tuvo el Sistema en el periodo anterior en áreas relacionadas a la calidad educativa —a través de las certificaciones del Padrón de Calidad del Sistema Nacional de Educación Media Superior (PC-SINEMS), la cobertura así como en la infraestructura— y remarcó la necesidad de revisar los programas de estudio los cuales, refirió, requieren el impulso de áreas del conocimiento elementales en la formación de estudiantes y substanciales en la sociedad mexicana como lo son: el civismo, las matemáticas, la comunicación y la lengua española y el aprendizaje del inglés como idioma extranjero.
Recordó lo expresado por su antecesor, el maestro Javier Espinoza de los Monteros Cárdenas, al exponer que el siguiente desafío del SEMS será actualizar sus planes de estudio “para que refuercen el área de formación humana y del pensamiento crítico como antídoto indispensable a la creciente dependencia respecto a la tecnología. Nuestras instalaciones y nuestra comunidad, el SEMS en general, debe de ser un referente para recuperar la esperanza desde las fracturas sociales. Una muestra de que juntos podemos reparar las fisuras que siguen creciendo”, dijo.
Sobre la oferta técnica y tecnológica expuso que el trabajo a realizar debe encaminarse a que se “acompañe (a los programas de estudio) de un plan para que su vocación se adecúe a las necesidades y el potencial de cada región del estado; asimismo que ayude a reducir la desigualdad e impulse el desarrollo de los municipios y sobre todo para que nuestros estudiantes encuentren en su lugar de origen una oportunidad de crecimiento profesional y personal”.
Planteó como estrategia elemental para la educación la exploración de modelos de aprendizaje —como el de educación mixta o B-Learning por su referencia en inglés— para que a partir de la infraestructura y los espacios con los que ya cuenta la Casa de Estudio dedicados al bachillerato se puedan impulsar mayores esfuerzos para la cobertura total en la entidad.
Señaló: “Reconozco el trabajo de los últimos seis años, en los que la matrícula del Sistema pasó de 127 mil estudiantes en 2013 a más de 160 mil en 2018, sin embargo, es necesario redoblar esfuerzos. En este sentido debemos implementar una estrategia inteligente, que vaya más allá de sólo crecer por crecer y aproveche la inversión que se ha realizado en los distintos espacios donde nos asentamos”.
En el mismo sentido expuso que otra problemática igual de importante que la cobertura es la atención a la deserción escolar y planteó la posibilidad de involucrar en mayor medida a los espacios destinados al deporte, el arte y la cultura —desde las Trayectorias de Aprendizaje Especializante (TAE)— para atacar el indicador, “Ningún bachiller se verá limitado en sus derechos para continuar con sus estudios. Nosotros no debemos ser obstáculo de nadie. Vamos por la cero deserción”.
En el plano de lo administrativo detalló que será necesario descentralizar los procesos burocráticos para dedicar mayor atención a las necesidades educativas de cada región; asimismo enfatizó la necesidad de trabajar de manera conjunta con el rector general, doctor Ricardo Villanueva Lomelí, para mejorar las condiciones laborales de los docentes.
Por último agradeció la oportunidad de dirigir a la comunidad más numerosa de la UdeG y llamó a la labor colaborativa: “Esta es la comunidad más grande, no por el número que la integra, sino por el corazón que la impulsa”.